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¿Cómo acertar con los regalos en Navidad?

En estas fechas es fácil abrumarse y no saber si estamos haciendo lo correcto con los regalos de Papá Noel o los Reyes Magos. ¡Queremos ponértelo fácil!

Desde hace una década abunda los artículos en Internet o en las revistas que dicen que lo mejor es hacer tres regalos: Algo útil, algo que el niño o la niña desee, y un regalo emocional o para compartir. Se mete miedo a los padres con el «Síndrome del niño hiperregalado» y no se tiene en cuenta que hay familias, niños y hogares de todo tipo. ¿Y si la familia está pasando por una situación complicada y el niño solo recibe juguetes nuevos en estas fechas, o solo puede recibirlos gracias a que los Reyes Magos pasan por casa de sus familiares? ¿Y si su cumpleaños es en fechas cercanas, le regalamos más o le regalamos menos? ¿Qué hacemos cuando son varios hermanos, o vive la mitad de la semana con uno de sus padres y la otra mitad con otro? ¿Es lo mismo si el niño tiene dos años que si tiene diez?

Partimos de la idea de que regalar por regalar no tiene ningún sentido. Los niños no son más felices por tener más, sino por tener aquello que necesitan y que les acompaña en su desarrollo. Regalar sin planificar mínimamente lo que los Reyes Magos o Papá Noel van a dejar no sólo nos arrastra a un consumismo sin sentido, sino que además transmite a los niños la idea de que los objetos que reciben no tienen valor (y por tanto no merecen ser cuidados para que duren mucho tiempo), sino que lo importante es tener por tener. Si eres de mi generación seguramente te acuerdes de Dudley, el primo de Harry Potter, que exigía cada año un regalo más que el año pasado sin molestarse ni siquiera en desempaquetarlos.

Entonces, ¿cómo acertar con los regalos de Navidad?

La realidad familiar

Lo primero es tener presente la realidad familiar. ¿Vivimos en un piso pequeño, o en una casa grande? ¿Cuánto podemos permitirnos gastar sin vernos apurados? ¿Estamos planeando una mudanza en breve? De nada sirve regalar una cocinita de madera enorme a tu peque si viven cuatro personas en un piso de 40 m2, ya que si no la disfruta como los mayores esperamos será un motivo de frustración por el espacio que ocupa. En un caso así es mejor buscar una cocinita más pequeña, o complementos (tostadoras, juegos de té, calderitos) que permitan disfrutar del juego de imitación de las «comiditas» pero que puedan almacenarse con más facilidad. También hay que tener en cuenta si tenemos juguetes demasiado parecidos en casa o, si vamos a regalar algo para disfrutar en familia, como un juego de mesa, pensar hasta qué punto estamos dispuestos a jugar con el niño cada vez que quiera divertirse con ese regalo. También hay que valorar si hacemos regalos al niño a lo largo del año porque sí o si solo los recibe en fechas señaladas.

Observar al Peque

Cuando los niños y las niñas son pequeños (normalmente por debajo de los cuatro años) no tienen una preferencia muy clara a la hora de escribir la carta de los Reyes Magos. Observar qué tipo de juegos y juguetes le estimulan más, le mantienen interesado durante más tiempo o qué tipo de juguete elige para acompañarle en los paseos a la calle te da bastantes pistas sobre qué podría gustarle recibir. Su edad y su nivel de desarrollo también es fundamental, por un lado para saber elegir juguetes adecuados por cuestiones de seguridad y por otro para apostar por juguetes y regalos que no los sobreestimulen o que, por el contrario, le aburran.

Elegir juguetes de calidad, que sean resistentes, te ayudará a inculcarles la importancia de cuidar de sus propios objetos. Además, permitirá a los peques disfrutar de sus juguetes mucho más tiempo y, cuando ya no jueguen con ellos, donarlos, regalarlos o venderlos en plataformas de segunda mano. Si se trata además de juguetes que fomentan la creatividad y el juego abierto (es decir, sin reglas, límites ni restricciones) podrán sacarle partido durante mucho más tiempo. En Nenene apostamos por los juguetes de madera que cumplen estos requisitos y que, además, son fácilmente reparables si se desgastan con el uso o si sufren algún «accidente» (sí, en casa algún juguete de madera ha acabado mordisqueado por nuestro perro… ¡Nada que lijarlo un poco no solucione!)

Gestionar la expectativa del adulto

La Navidad es un periodo que nos traslada a nuestra infancia. Tiene el toque justo de diversión y de nostalgia para que estemos un poquito en el presente y un poquito en cuando teníamos siete, ocho o nueve años. Por eso a veces los adultos cometemos el error de presionar a los niños y niñas para que disfruten de lo que nosotros disfrutábamos de pequeños (ya sean muñecas, coches o puzles) y de sentir un poquito de decepción cuando les hacemos un regalo y vemos que no lo disfrutan como esperábamos. «Es que lo tiene ahí sin hacerle caso» es una de las quejas más habituales unos meses después de la Navidad. Poner por delante los intereses y gustos del niño antes que los nuestros, por difícil que sea, y gestionar nuestra propia expectativa para evitar presionarle es importante para disfrutar del proceso de obsequiar y ser obsequiado. ¡Ah! Y dejar que jueguen como quieran jugar, no como nosotros lo haríamos. Si quieren hacer que los coches vuelen, mezclar Bluey con Mickey y que los muñecos bebés vayan desnudos sin ropa… pues que así sea, ¡que se expresen!.

¿Cuántos regalos debe recibir un niño?

En Nenene, aunque entendemos la famosa regla de los tres regalos, creemos que no importa tanto la cantidad sino todo lo que te hemos contado en este artículo. Defendemos lo importante que es escoger regalos de calidad, que acompañen al peque sin aburrirle ni sobreestimularle, que se correspondan con sus intereses actuales y que también cuadren bien con el estilo de vida familiar. Teniendo en cuenta esto, es muy relevante no abrumar al peque con regalos y regalos, porque tampoco queremos inculcarle la idea de que la cantidad importa más que el regalo que recibe en sí. Para algunas familias los Reyes Magos pasan por casa de los tíos y de los abuelos, y el seis de enero se hace un tour familiar completo, así que prefieren dejar solo tres regalitos en casa porque saben que habrá más sorpresas a lo largo del día. Otras sólo abren regalos en casa, por lo que siempre hay «espacio» para disfrutar de abrir los presentes con calma, sin que el día de Reyes sea un subidón emocional constante. Hay niños que cumplen años entre mayo y julio, y que sus familias no les hacen muchos regalos el resto del año porque ya quedan «repartidos» entre las Navidades y el cumpleaños. Otros niños cumplen en invierno, y sus familias prefieren que envíen a los Reyes Magos cartas más escuetas para no quedarse sin ideas ni opciones de cara a los regalos de cumple.

Algo que si nos gusta mucho y que tratamos de fomentar en nuestra propia casa es la variedad en los regalos. Es decir, que el niño o la niña sepan que los Reyes Magos o Papá Noel dejan juguetes, pero también pueden dejar cuentos, ropa y accesorios útiles para el cole. ¡E incluso experiencias! Un vale para ir a un concierto familiar, para una visita a una granja escuela o a su heladería (¡Imagínate que los Reyes te dejan un vale por un helado de tres bolas con sirope y todo!) o ludoteca favorita pueden ser regalos fantásticos para niños algo más grandes.

Un último consejo: Si estás buscando un regalo para un niño de dos años o menos, puedes tener en cuenta también los juguetes que podrá disfrutar en los próximos meses. Quizá un bebé de un año no sienta especial interés por un juego de cortar frutas de madera, pero en torno a los 18 meses empezará a disfrutarlo y a adquirir las habilidades motrices necesarias. O a lo mejor ese cuento que tanto te gustó te parece un poco largo para una niña de dos años, pero en unos pocos meses seguro que es capaz de concentrarse en la historia durante mucho más tiempo.

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