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Cómo sobrevivir al primer catarro del bebé

Cuando llega el otoño llegan también los catarros, muy molestos para los adultos, ¡pero que pueden ser realmente complicados de gestionar cuando lo sufre un bebé! Hoy queremos compartir algunos consejos que ayudarán a toda la familia a sobrellevar mejor los primeros resfriados de tu niño.

  • Sé constante con los lavados nasales. Los más pequeños de la casa no saben sonarse la nariz, así que la mucosidad se acumula y se seca haciendo que sea realmente incómodo. Los lavados nasales ayudan a los bebés a expulsar los mocos y, por tanto, a respirar mejor, pero hay que ser constante con la rutina. Cuando están resfriados es fundamental, por ejemplo, hacerles un lavado antes de cada comida: tu médico o tu farmacéutico de confianza te explicarán la técnica adecuada para realizarlos correctamente.
  • No abrigues ni destapes al bebé más de la cuenta. ¡Bastante incómodo es estar resfriado como para estar sudando! En su lugar, observa si su lenguaje corporal te indica que tiene frío (se encoge sobre sí mismo, se le pone la piel de gallina, etc) o si suda para acertar con la ropa, que no distará mucho de la que ya le pones cuando está sano. 
  • Las noches pueden ser muy difíciles, ya que cuando estamos acatarrados nos cuesta respirar al tumbarnos. Los bebés, al dormir sin almohada, lo tienen más complicado. Para ayudarles a respirar mientras duermen, y reducir con ello el número de despertares, apuesta por una cuña triangular que eleve su cabeza y su torso. Las venden en farmacias y en tiendas especializadas en puericultura. ¡Nada de ponerles almohadas, podría ser peligroso!
  • Mantenerse hidratado ayuda a expulsar la mucosidad y, con ello, superar el resfriado más pronto. Ofrécele líquidos a tu bebé frecuentemente, ya sea leche (materna o de fórmula), agua o jugos, dependiendo de su edad. No ofrezcas infusiones sin consultar primero con un pediatra, ya que algunas son dañinas para su organismo.
  • Que el ambiente sea húmedo también hace que sea más sencillo superar el catarro. Colocar un difusor o un humidificador cerca de su cuna o de su zona de juegos ayudara a tu niño a respirar mejor, y con ello, a superar el resfriado y todos sus inconvenientes lo antes posible. Eso sí, asegúrate que está fuera de su alcance.
  • Si tu bebé tiene menos de dos meses o es prematuro, es importante que hagas un seguimiento médico más detallado. Acude a su pediatra ante los primeros síntomas.

En Nenene queremos acompañarte y guiarte en estos momentos cotidianos de la crianza, pero en ningún caso pretendemos sustituir los consejos y la información que te proporcione tu pediatra de confianza.

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