Jugar con un puzle de madera es el primer contacto que los bebés tienen con estos divertidos juguetes y el reto que les ofrecen: Averiguar, a través del tamaño, el dibujo que representa y la forma, dónde va cada pieza. Para los adultos es fácil (bueno, más o menos fácil, ¡que hay puzles muy complicados!), pero las niñas y los niños todavía están desarrollando su capacidad de concentración y su percepción espacial, algo en lo que estos puzles les ayudan muchísimo. Además, potencia también el agarre de pinza y la motricidad fina.
En definitiva, los puzles son juguetes de lo más enriquecedor, pero que requieren cierto entrenamiento. Ofrécele a tu niña o niño la posibilidad de disfrutar de los puzles desde su primer año de vida con este puzle Océano elaborado en madera, con piezas fáciles de agarrar y colores alegres.