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¿Qué es la crianza respetuosa?

Uno de los términos más actuales y, a la vez, más incomprendidos de la educación actual es la crianza respetuosa. ¡Te contamos en qué consiste!

Si tuviéramos que resumir la crianza respetuosa en una sola frase, sería «tratar a los niños como los seres humanos que son». Sé que parece obvio, pero siglos tras siglos, la infancia ha estado desprotegida ante el maltrato y los abusos, e incluso en nuestros días es habitual que tratemos a los más pequeños como no trataríamos a ningún adulto. Prácticamente todos escuchamos cómo cuando éramos niños un adulto nos decía «cállate ya», o hablaba de nosotros con otra persona mayor como si no estuviéramos delante. Para algunas familias, la disciplina siempre ha ido de la mano con la violencia física (y se escuchan frases como «una bofetada a tiempo» o «a mí me pegaban y no me pasó nada»), o se castigaba a los niños por hacer cosas propias de su edad, como querer jugar, correr o sentarse en el suelo.

Por suerte, cada vez son más las familias que buscan educar de una manera más respetuosa, comprendiendo mejor las necesidades de sus niños y entendiendo que no podemos pretender que se comporten como adultos en miniatura. La crianza respetuosa supone romper con comportamientos y actitudes que tenemos integrados, es decir, es un aprendizaje constante, pero con el amor y la comprensión como base es un recorrido lleno de recompensas y satisfacciones tanto para padres como para hijos. Es una crianza que va a contracorriente, ya que aunque mostrar amor, apego y empatía hacia los más pequeños parece algo obvio, vivimos en una sociedad que nos empuja a no cuidarlos como nos piden («no lo tengas tanto en brazos», «se te va a acostumbrar», «déjalo que llore para que aprenda»), que no los espera y que no les deja espacio para ser lo que son, humanos en desarrollo y aprendizaje constante. Esperar que a través de una educación autoritaria y rígida criemos a adultos asertivos, respetuosos y concienciados con su entorno no tiene ningún sentido.

Cinco claves para comprender la crianza respetuosa

La crianza respetuosa tiene múltiples planos, ya que, efectivamente, se trata de un aprendizaje constante y no hay una fórmula mágica que funcione para todas las familias por igual. Tampoco pretende acabar con las rabietas, los caprichos y las conductas indeseadas, pero sí redirigirlas, darles nombre y enseñar a los peques a navegar por ellas, y no tanto a reprimirlas o a ocultarlas por miedo a un castigo. Aún así, estas cinco claves resumen lo más básico de la crianza respetuosa:

  • Empatía y conexión emocional: Fomentar una relación entre padres e hijos basada en el respeto mutuo, en la que haya espacio para la escucha activa y el apoyo emocional, es fundamental. Ayudarles a poner nombre a lo que les ocurre, tanto a nivel físico como emocional, para que aprendan a reconocer sus propios sentimientos y a ponerles nombre, y establecer una relación de confianza no sólo les ayudará en el futuro, sino que les protege en el presente. Ejemplo: Si tu hijo llega a casa preocupado por un malentendido que tuvo con su amiguito del cole, escúchale y ayúdale a comprender mejor lo que ocurrió sin quitarle importancia con frases como «son cosas de niños» o «ponte a hacer los deberes y preocúpate de lo que es importante de verdad». Lo que pare nosotros puede parecer una nimiedad para ellos puede ser una experiencia nueva, complicada y confusa, ¡recuerda que son nuevos en esto de vivir!
  • Comunicación efectiva: El lenguaje importa, y mucho. Que la comunicación sea abierta y sea honesta (siempre adaptando el lenguaje a la edad del peque), explicarles las razones detrás de las decisiones que se toman en la familia y que se emplee un tono respetuoso y positivo es clave en la crianza respetuosa. Ejemplo: Tu hija se enfada porque quiere que le compres unas chucherías en el supermercado, pero no estaba en tus planes comprárselas y no sientes que sea el momento de darse ese capricho. En vez de decirle el famosísimo «porque lo digo yo» o de saturarla a excusas, explícale con claridad y palabras que pueda comprender porqué no vas a comprárselas hoy: «Hoy veníamos al super solamente a comprar lo que hace falta para preparar la comida del fin de semana, y nada más» o «Hoy no vamos a comer chuches, las compraremos el próximo viernes antes de ir al parque» son dos explicaciones claras y concisas que, si bien no van a ahorrarte la llantina de la niña, le ayudará a entender la decisión que has tomado.
  • Autonomía y libertad guiada: Dejar espacio para la independencia y la toma de decisiones de tus hijos, permitiéndoles explorar y experimentar dentro de límites seguros, en lugar de imponer tu autoridad, es una manera excelente de permitirles desarrollar su autoestima y confianza en si mismos. Un ejemplo es permitirles elegir su ropa entre dos o tres conjuntos que ya hayas seleccionado previamente y que sean correctos para los planes del día y el clima, o dejar que lideren ellos un paseo por la naturaleza mientras exploran el entorno.
  • Resolución pacífica de conflictos: Enseña a tus hijos habilidades para resolver conflictos de manera constructiva, promoviendo el diálogo, la negociación y el respeto mutuo. Hazlo dando ejemplo tú mismo mediante comportamientos pacíficos y no violentos en tus interacciones cotidianas, tanto en las dirigidas a ellos como hacia tu pareja o familiares. También puedes ilustrarles en este sentido contándole cómo resolviste un conflicto en el trabajo, siempre con un lenguaje adaptado a ellos, con la misma naturalidad con la que los peques te cuentan cómo les ha ido en clase.
  • Crianza consciente y reflexiva: Éste es el puno más complicado, ya que es el más irracional. La maternidad y la paternidad nos pone a prueba en muchos sentidos, pero uno de los más dolorosos para quienes queremos cambiar cómo se hacen las cosas es enfrentarnos a nuestras propias emociones, patrones de crianza y valores. Es indispensable reflexionar sobre cómo impactan en la crianza de tus hijos. Practica la autoaceptación y el autocuidado, también en el lenguaje con el que te hablas a ti mismo o con el que te refieres a otras personas, para ser un modelo a seguir.

No nos cansaremos de recordarte que la crianza respetuosa es un aprendizaje constante, y que todos somos humanos y cometemos errores. No se trata de ser perfecto, ni de no caer en patrones que queremos eliminar, sino de ser conscientes de cuando lo hacemos y, tan pronto como podamos, regresar a estas cinco claves. ¡Sé compasivo contigo mismo!

1 thoughts on “¿Qué es la crianza respetuosa?

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