¿Cómo elegir los juguetes para el baño?

La hora del baño es toda una experiencia para los más pequeños. No se trata solo de higiene, es un momento de diversión, de exploración y de aprendizaje. Los juguetes de baño contribuyen a conseguir la hora de bañarse sea agradable para todos, sin llantos o rabietas, ya que entretienen a los niños mientras chapotean y se enjabonan. ¡Hoy queremos ayudarte a elegir los juguetes de baño ideales para tu bebé o niño!

Lo más importante es la seguridad. Es decir, que el juguete que se van a llevar los niños a la bañera cumpla con los estándares de seguridad, que no contengan piezas pequeñas que supongan un riesgo de asfixia y, aunque suene obvio, te lo recordamos: que no sea un juguete a pilas, salvo que el fabricante especifique que se trata de un artículo preparado para resistir el agua.

En segundo lugar, conviene apostar por los juguetes que pueden limpiarse y secarse fácilmente. Evita aquellos con agujeros o con ranuras por las que pueda colarse el agua, ya que con el tiempo puede acumularse moho en el interior, poniendo en riesgo la salud de los más pequeños. Los juguetes de caucho sin agujeros, aquellos que tienen grandes espacios abiertos entre sus piezas (por los que el agua transcurre, no se acumula) y los de madera preparada para el agua son perfectos.

Conviene, además, comprobar que los juguetes del baño son apropiados para la edad de tus hijos. Algunos requieren habilidades (como, por ejemplo, tirar de un mecanismo de cuerda) que solo controlan los más mayores, mientras que otros son fantásticos para bebés o niños más pequeñitos.

La hora del baño es un momento de conexión entre los padres o cuidadores del niño y éste, y los juguetes pueden contribuir a que sea aún más mágico. Opta por juguetes de baño con números, letras o colores que ayuden a tu hijo a aprender mientras juega o, si lo prefieres, elige aquellos que fomentan el juego desestructurado y que les permite dar rienda suelta a su imaginación e inventar todo tipo de aventuras en el agua. En cualquier caso, observa qué es lo que más le divierte fuera del agua (quizá es demostrar sus habilidades y poner a prueba sus conocimientos, o quizá es jugar libremente y crear mundos de fantasía).

No olvides inspeccionar regularmente los juguetes de tus niños, sean los del baño o no, para asegurarte que están en óptimas condiciones, y lávalos para retirar el jabón o la suciedad que pueda quedarse adherida a la superficie. ¡A jugar!